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Proyecto de Erúntica Uqbar

Héctor Sapiña

[Anexo 4.7.6. “Último canon literario en México”]

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CANON LITERARIO, ÚLTIMO (o CuetlaxMedia)

Último Canon Litrario es uno de los términos utilizados para designar el corpus de producción artística elaborado en la antigua República Mexicana durante el periodo previo a la extinción de los estados nacionales, cuando la ciudad de Puebla de los Ángeles devino capital tras la cadena de terremotos de la falla Plateros-Mixcoac en la Cd.Mx. (Para el concepto de canon* en general v. Sección Lit. Comparada Siglo XX.) Este corpus también recibió el nombre de CuetlaxMedia, aludiendo al topónimo náhuatl de Puebla y al soporte multimodal que vinculaba sensores capacitivos en las páginas de un libro a varios dispositivos adheridos al cuerpo para generar una experiencia inmersiva. Fue la última literatura de RV antes del retorno a la oralidad estética*.

De acuerdo con Ánimas, la primera etapa de atomización nacional* fue la centralización-periférica* de la cultura (v. Sección Disolución de fronteras), proceso geopolítico de finales del siglo XXI por el cual la mayor parte de los países trasladaron (in)voluntariamente sus centros administrativos a urbes diferentes de su capital previa, dada la crisis socioecológica por la que atravesaron. En el caso mexicano, pese a que la administración procuró mantener el centro de los poderes políticos en la Cd.Mx., se tiene registro de que, al menos desde la penúltima década del XXI, la principal actividad económica, científica y cultural se llevaba a cabo en Puebla; algo lógico si se toma en cuenta la posición privilegiada que la ciudad poseyó desde la invasión española y el desarrollo de la ciborgización* y la technoubiquity* para ese momento. […]

Como sucedió con el resto de los ámbitos sociales antes de la atomización (v. ONU-Luna*, Presidencia LGBTQ+*, Albor de las artes bíticas*, Naciones agrícolas*, Ciudadanía migrante*, Virtual Body*), la descentralización de la cultura conllevó múltiples giros axiológicos. […] Quizá el aspecto más evidente es la inversión en la jerarquía de los géneros narrativos considerados canónicos.

Mientras el paradigma de los siglos XIX y XX privilegiaba representaciones miméticas o realistas (lo que en nuestro tiempo llamamos “especulación cero”), a partir de la segunda mitad del XXI es notoria una tendencia hacia el polo de lo imaginado* (“especulación”). En ese sentido, el traslado de la capital cultural a Puebla de los Ángeles fue también un resultado previsible durante la etapa de centralización-periférica, pues fue en esta ciudad donde casi un siglo antes se había establecido la piedra angular de la tradición especulativa en México: el Primer Concurso Nacional de Cuento de Ciencia Ficción de 1984, convocado por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, una rama local del principal órgano de investigación en México. Cabe señalar que la iniciativa del concurso fue de una mujer, Celine Armenta Olvera. […] Es decir, se trata de un certamen literario sobre un “género menor” organizado por una científica no-masculina desde una institución ubicada fuera de lo que en aquel entonces se consideraba el centro de la cultura mexicana: descentralización del canon, del género social y del centro político.

Más allá de los géneros narrativos, múltiples factores contribuyeron al surgimiento del último canon literario en México. En síntesis, podemos considerar tres grandes fenómenos:

1. Transición del medio o soporte. Con la expansión de la IA y la posterior ciborgización del cuerpo, las expresiones artísticas finalmente agotaron el paradigma aristotélico-lessinguiano de los modos de representación*. Fue entonces que el concepto de literatura (lat. litterae, letras) se volvió obsoleto, no sólo porque recuperó su antiguo carácter oral, sino porque se expandió y mezcló con otros medios, tendencia que se observaba ya desde inicios del siglo XX con las vanguardias*. Ejemplo de ello es el surgimiento del Libro-VaRte (libro de arte RV*), objeto con forma de códex* que utilizaba un cuadernillo de micropantallas* en lugar de fojas. Además de proyectar imágenes holográficas durante la lectura, transmitía datos táctiles a guantes sinestésicos* y sonidos a implantes auditivos*. Actualmente se activan dispositivos de esta índole una vez al año en la Exposición de la Edad Eléctrica organizada por la Célula Nómada de Investigadorxs con Intereses Arqueológicos, cuando se prenden las luces de la antigua ciudad de Puebla.

2. Entropía de los lenguajes. El progreso del siglo XXI en materia de telecomunicaciones* y tecnoubicuidad, así como la ciborgización, propiciaron un aumento acelerado de los préstamos tomados de lenguas naturales y artificiales. De modo que, hacia sus últimas décadas, encontramos ya muestras tempranas de la lengua ubicua en traducciones de obras clásicas, p. ej.: “In un placete de la Mancha 谁的名字 01101110 01101111 00100000 01110001 01110101 01101001 01100101 01110010 01101111 kumbuka”. De nuevo, es notorio el caso de Puebla en este tipo de manifestaciones dada la creación de la Nueva Ruta de la Nao* para el comercio con Asia en el año 2078, que llegaba a su costa occidental por el puerto de Antigua Chilapa. En las siguientes dos décadas, se observa un incremento sustancial del tránsito de ciudadanos de todo el mundo por Puebla, especialmente después de la obsolescencia del pasaporte*.

3. Crisis del pasado-presente. Conforme se evidenció el declive de los Estados Nación, el concepto de historia se transformó. En lo que concierne a las artes, que desde su nacimiento se habían preocupado por el amontonamiento del pasado sobre el pasado* (Bergson) –desde las cosmogonías* hasta la novela realista*–, paulatinamente voltearon hacia representaciones que enfatizan el presente-futuro* o lo no conocido. […]

De modo que el último canon, en el sentido estricto del término, consideró la antología Una realidad más amplia 2.0 (L. B. Castro, ed.) como su obra fundacional.

Referencia: Ánimas, R. et al. (Coords.). (2136 Terra-1). “Canon literario, último”. En Enciclopedia de la última era nacional (s. p.), Universidad Atomizada de Investigadorxs Independientes. [Traducción de la lengua ubicua al español mexicano de 2024 por Héctor Sapiña.]

 

Héctor Sapiña es docente y fan de LOTR y Avatar. Estudia las maestrías en Letras (UNAM) y comunicación (UACH). 2º lugar en el Premio Universitario sobre una Sociedad Sustentable de la Revista de la Universidad de México (2021). Ha publicado ensayo en Sombra del Aire, Irradiación, Punto en Línea, La langosta se ha posteado, entre otros medios. Actualmente es editor en Tropósfera y trabaja en dos proyectos: un libro que reúne los ensayos de la columna “Contrapuntos entre Alfonso Reyes y Chabelo”, que escribió entre 2020 y 2022 para Teresa Magazine; y una antología de ciencia ficción no narrativa donde colaboran artistas mexicanos.